22 de junio de 2008

Uno de esos Domingos, uno de esos días.

Hoy es uno de esos Domingos en que mi cuarto está sucio, hay blusas repartidas por todo el piso y la luz nublada de las 4 p.m. hace acto de presencia através de mi sucia y polvorienta ventana que debería de cambiar pronto.
Hoy es uno de esos Domingos en los que no tengo hambre pero muero de ganas por fumarme un cigarro, apesar de que fumé mucho anoche.
Hoy es uno de esos Domingos en los que escuchar a Jorge Drexler me pone de buen humor y un tanto reflexiva. Reflexiva por el fin de semana que acaba de pasar, que fue un tanto ( mucho ) inusual y que me tiene en un mood bastante ... ¿ rico? No sé como definirlo.
Hoy es uno de esos Domingos en los que sonrío al darme cuenta que aunque no sea una gran estratega, tal vez no me salió tan mal.
Hoy es uno de esos Domingos en los que no puedo quitar la sonrisa puberta que portan mis labios que urgentemente necesitan pomada de la campana ( Para todo aquel que haya leído El Principio del Placer, sabrá a lo que me refiero ). No queríamos dormirnos, diría Jorge Drexler.
Hoy es uno de esos Domingos en que pretendo quedarme en mi vieja pijama y eventualmente tomar un baño que se encargará de llevarse ciertas marcas que quedan en el cuerpo.
Hoy es uno de esos Domingos uno de esos días, happy shinning days que me hacía falta vivir.
Hoy es uno de esos Domingos, uno de esos días en los que estoy perfecta y brutalmente honesta y libre de pendejadas.

2 comentarios:

El chango Feli dijo...

mmm, ¿Qué habrá sucedido? Cochinadas, seguramente cochinadas.

Salutes,

F

Aline Salazar dijo...

Tal vez :)