¿ Qué dolores viejos calló tu voz?

La primera vez que escuché " Alfonsina y El Mar" en la voz de Tania Libertad probablemente tenía 6 años y mi mamá manejaba un bonito Topaz plateado, " del año", para llevarme a la escuela. Pasabamos por el mercado de la Aviación Civil donde los Martes vendían pollitos y muy cerca de la casa de Jesús, aquel niño cagón que iba conmigo en la primaria.
Recuerdo el momento exacto en que la escuché. La verdad es que no entendía un carajo, no tenía idea de quién era Alfonsina y no entendia que chingados hacía en el mar.
Cuando tenía 10 años mi jefa me regalo una antología de poemas de Alfonsina Storni. Ese fue el primer libro que tuve ( que no fueran cuentos y no tuviera dibujitos).
Así como mi terapeuta y cualquier otro terapeuta, sabe la importancia y la fluencia del enterno familiar en una persona, todo lo que se lee, todo lo que se ve influye en gran manera en la forma de ver las cosas en un futuro. De dicho libro mi poema preferido era " Queja" y 13 años despúes probablemente me queda al pelo.
Despúes de leer algunos poemas y tratar de entender a lo que se referia ( ¿ que sabe una niña de 10 años de poesía? ) entendi que aquella mujercilla de dientes chuecos y cara redonda se suicido " aventandose" al mar. Cinco sirenitas te llevarán, por caminos de alga y de coral y fosforecentes caballitos marinos harán una ronda a tu lado.


Queja

Señor, mi queja es ésta,
Tú me comprenderás;
De amor me estoy muriendo,
Pero no puedo amar.
Persigo lo perfecto
En mí y en los demás,
Persigo lo perfecto
Para poder amar.
Me consumo en mi fuego,
¡Señor, piedad, piedad!
De amor me estoy muriendo,
¡Pero no puedo amar!