9 de mayo de 2007

Esas llantitas indeseables...


... y no hablo de las lonjas!

Chale, ayer fuí a Cuernavaca a acompañar a mi madre a ver a doctor cubano ( chico ) que cura todo tipo de males con piquetes de abeja. Según es buenisimo. Bueno, la cosa es que fuimos y luego pasamos a una de esas tienditas orgánicas a comprar tofu ( O como mi madre que nunca lo había comprado, tufo ) y luego nos fuimos a mi restaurante morelense favorito, Casa Thai.
Madres, he comido curry los últimos 5 días. La cosa es que es un restaurante buenisimo y a muy buen precio. Y con eso de que casi no me gusta comer, ya se imaginarán cómo se puso la cosa.
Y veníamos en la carretera, muy chichas con nuestro último modelo, cuando de repente... verga! se escucha un sonido raro pero me vale madres y le piso otro poquito pa llegar a los 70 km/h y asi me la seguí, según yo despacito pa que no se jodiera más. Hubo un punto en el que ya no se pudo y para mi sorpresa no eran los frenos ( como yo inocentemente pensaba) sino una puta llanta hecha m.i.e.r.d.a , ahi, tiraditas en la zona más pinche de la carretera Cuernavaca- DF en el Km 43.

Y dos horas despúes llegó la maldita grua.

Mi madre dijo " para eso es bueno tener un hombre a lado" , lo cúal es irónico porque eso de tener un hombre a lado siempre no es la característica principal de mi madre.

Moraleja : Chicas, aprendamos a cambiar llantas.

3 comentarios:

Dr.Marbolius Kempka dijo...

Si y también a que cuando escuchen algo raro manejando se paren en chinga. Por cierto, buen blog.

Saludos.

Aline Salazar dijo...

Oh bueno! Me las andaba dando de valentona... :)

Ireri Herrera dijo...

Cuando una tía (abuelísima) aprendía a manejar, le dijo el tío que le enseñaba: A ver, Ema, y qué vas a hacer cuando se te ponche una llanta? (Con tono machista-ya-te-chingue). Ella muy fresca contestó: "Nunca faltará un señor".