
12 de Diciembre representa algo muy importante para un % importante de la población en México. Es el día de la que ahora ( Gracias a Luis) sé que alguna vez fue coronada como Reina de México, la Virgen María, madre de Jesús, la Virgen Morena y cualquier otro nombre con el que se le conozca. Siempre había sentido cierta curiosidad de ir a la Basílica de Guadalupe, especialmente después de ver las fotos de Francisco Mata Rosas en el libro México Tenochtitlán en el cuál retrata ciertos cuadros interesantes de la celebración y que considero el libro más chingón de fotografías del Distrito Federal.
Yo no soy Francisco Mata Rosas pero soy fotográfa y sentía una necesidad de ir a tomar fotos y curiosidad de ir a ver aquello que representa tanto para tanta gente. Así pues nos trepamos en el metro, 2 ateos de nombre Valeria y Luis y una protestante no asidua a la institución, yo.

Chacoteando en el metro y sintiendo los agradables y "sútiles" arrimones de hombres sudorosos en estación Pino Suárez, las viejecitas con bolsas de pelotas , el señor con una sonda pidiendo dinero a lado de las escaleras eléctricas, la chica carente de cejas que se maquillaba como muñeca, las parejitas secundariosas besandose, un ciego tocando el acordéon ( y me acordé de las veces en las que mi abuelo sacaba su acordeón y tocaba canciones que eventualmente lo harían llorar, puesto que para mi abuelo el sinónimo de vivir era sufrir) , el calor y la mugre.
Llegamos a la Basílica de Guadalupe pensando que los ríos de gente no nos dejarían pasar pero fue más fácil de lo que creímos. Y pasamos en fá por esa banda del futuro ( o sea eléctrica) por la que "uno" pasa debajo del cuadro ( que aún no sé si es el original o una copia) de la Virgen, dicho pasaje dura no más de 15 segundos y en esos 15 segundos que no son suficientes para la gran mayoría puesto que se quedan al final contemplando el cuadro ( antes de que llegue un gendarme que les diga que le lleguen). Y recordé cuando mi hermano fue a pararse durante horas en División del Norte para ver pasar el Papamovil. Y me parece ojete pero sentí lo mismo que sentí al estar en el Louvre y ví la Mona Lisa, dicha sensación que sólo puedo definir como " Ah". En realidad, creo que lo importante no es el cuadro pero lo que el implica.Y la importancia de creer en algo en México es infinita. Me sentí conmovida al estar en un lugar que representa tanto para tanta gente y uno se olvida de los prejuicios, se sienta en las escaleras de la entrada y observa el amor, la energía y aquellas costumbres que parecían olvidadas.

Creer.
http://www.flickr.com/photos/alinesalazar/sets/72157611551312182/


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