25 de septiembre de 2006
Copenhagen
Se tiene que empezar por el principio ( oh!). El Miércoles pasado dejé Fredrikstad para ir a Oslo a tomar el fabuloso barco " Scandinavian Crown" , un finisimo barco. Me impresioné un poco a llegar al check-in y ver que la mayoria de los pasajeros eran mayores de 60 años. Pensé que el tiempo transcurriría y que poco a poco llegarian más " jovenzuelos" a abordar el barco. Que inocencia la mía. Me gusta definir ese barco como un gran " carnaval de la muerte". Viejecillos con máscaras de oxigeno, jalando su tanque para poder respirar. Un desfile de sillas de rueda, bastones y andaderas. Muy onito. Realmente odie irme en ese barco, aunque fue un experiencia. Me mareé tanto tanto hasta vomitar en repetidas ocasiones.
Llegué a Copenhagen a las 9 de la mañana del Miércoles y pase los dos siguientes dias vagando por el centro y sus alrededores. Estuve en la libreria de lo que al parecer era en un periódico llamado Politiken www.politiken.dk y a lado había una escuela de fotografía que tenia una exposición, muy interesante. Siempre es interesante ver fotografía de otros países. La página de dicha escuela es www.fata.dk , vale la pena checarlo. Cuando uno ve escuelas asi, lamentablemente piensa que la Escuela Activa de Fotografía deja mucho que desear.
Al día siguiente hice lo mismo, pasear por la ciudad y sus alrededores. El día siguiente fue especial porque conocí a una persona sumamente amable. Era la mesera del restaurante del Hotel Fox www.hotelfox.dk , hotel minimalista con luces de colores. Una verdadera joya de hotel. Fuí a cenar ahi de pura casualidad, es un hotel muy cercano al hotel en el que yo me quedé durante mi estancia en Copenhagen. Entre y pedí lo que gustaban llamar " snacks" un plato que contenia pequeñas raciones de comida escandinavia fusionadas con no-sé-que chingaderas. Cené carne de reno, carne de ballena, sopa de pepino y coco ( fría ), carne de venado y un queso muy raro. Eso si, acompañado de un buen Jack Daniels. Ah si, esa mesera era muy bonita y muy amable, me sentí en México. Tal vez por eso fue importante. Copenhagen es una ciudad tranquila, cosmopolita y con una vibra muy especial. Es una ciudad que se siente viva a diferencia de otras.
Es un sentimiento extraño ese de tener muchas ganas de regresar a casa pero al mismo tiempo una nostalgia de algo que no has conocido profundamente pero que te agrada.
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