Belize City o El Planeta de los ________

La primera vez que mi hermano menciono Belize, pensé en piñas coladas servidas en piñas ( porque los vasos de plástico son crackeros), negros en finas ropas de lino que me llevaran cargando en un camastro ( para que yo no tuviera que cansarme, ¿ven?), bikinis y fiesta caribeña. La realidad fue ligeramente diferente.

Estaba muy cansada después de todas las horas que pasé sentada para poder llegar a Belize.
En Playa del Carmen tomamos un autobus que nos llevará a Chetumal, capital de fayuca y de la venta de chamarras de piel en la estación camionera. Esperamos a que _________ ( chofer de la camioneta cuyo nombre no recuerdo) pasara por nosotros para llevarnos a Belize.
Es de sorprender el hecho de que no hay vuelos de México a Belize. Uno tiene que cruzar la frontera, abrir su petaquita y esperar el sello para poder entrar. Minutos adelante se vislumbran las luces neón de los casinos y uno que otro lugarcito para comer algo.ahi te va

Atravesamos Corozal, Orange no-sé-que hasta llegar a Belize City, aproxidamente a 3 horas de la frontera con México. Y entre los juegos de palabras de mi mamá, el tiempo corrió agradablemente.

Desperté en la recámara en la que siempre había imaginado a mi hermano mientras hablabamos durante horas en la madrugada. " Is she like you, chef?" escuché desde el baño mientras me ponía la toalla. Salí y había una señora haciendo la limpieza. " Oh yes, she's fat like you, chef". Malditas fiestas decembrinas y toda la comida que me empaqué. Efectivamente, estoy más rellena en el primer mes del año. Como todos. Quiero creer.

Caminando por el hotel donde trabaja mi hermano, dando el rol por la cocina mientras me presenta al chef pastelero, los cocineros, los lavalozas que me dicen cosas que no entiendo. En Belize hablan ingles pero todos se comunican en creole. Y sonrío, hago como que entiendo y me río de sus chascarrillos para después voltear a ver a mi hermano y preguntar " ¿Cómo dijo?".

Durante mis días en Belize City no hice mucho. El objetivo del viaje más que conocer la ciudad era pasar tiempo con mi hermano, al que cabe mencionar no veré en mucho tiempo. Pasé el día completo a lado de la alberca dejando que el top de mi bikini se me marcará en la piel mientras leía a Murakami ( ¿Soy cool? ) y las ñoñas aventuras de Tropa de Asalto.

Vueltas por la ciudad que parece una ciudad abandonada por las noches, salvo por uno o dos o tres vaguitos que toman ron en el malecon, junto al faro de Lord Bliss ( O algún lord con apellido medio mamón) quien ayudo a aumentar la cultura en Belize ( ¿Dónde quedó?) y cuyo faro es el monumento más importante de Belize City.

20 dólares beliceños en monedas crackeras que inserte como idiota en máquinas que muy pocas veces me dieron más de 20 monedas de regreso. Aposté en una de esas mesitas donde no muy guapas mujeres con unos trajecitos te dan monedas de colores.Y lamenté no haber llevado las escrituras de la casa. Y perdí. ( Quiero hacer notar mi GRAN conocimiento en la materia ). La mujer que parecia hombre y mentaba madres ( eso creo, no sé, era creole) cada vez que perdía. Las bebidas de " cocotazo". Y ese hombre de chocolate que era idéntico a mi compadre Diego pero en "bronceado" ( se vaigan a molestar por mis comentarios racistas).

El centro de la ciudad, con las casitas de color azul deslavado cayendose a pedazos. La miseria, la falta de empleos, el resentimiento y la frustración. Moy bailando su reggaeton y cantando " Ole man guial". Y aún así, algunas leves sonrisas dibujadas, el sucio camión escolar con niños haciendo caras en los vidrios. El abrazo de los empleados de Moy. La fábrica de ron y el cajero con el que tuve "un momento" de coqueteo, el lemon pie de el pastelero guatemalteco, los ojos del lavaloza, los chascarrillos con Luis, " El señor" y su changa.


Y lo único que aprendí en creole : Ya da long rass, man/gal!