9 de abril de 2009
A través de la Ventana
Era relativamente temprano y ese doradoso tono del amanecer había pasado en una madrugada que me pareció eterna en la Colonia Buenos Aires. Sin sueño, tomando café invité a mi amistad a desayunar. Chilaquiles con huevo y jugo naranja era el gran plan. Tenía que cambiarme y con toda la naturalidad y la libertad de estar sola en mi recámara, comenzé a desnudarme, a poner alguna jotísima crema con olor a unicornios y duendecillos mágicos.
Ops. La cortina estaba abierta y un hombrecillo me miraba emocionado. Corrí a tirarme a mi cama y a ponerme una blusa, donde nadie me veía. Ops. No soy tan exhibicionista. Aunque parezca lo contrario. Blush. Pena.
Salgo a la puerta de mi casa, perfectamente vestida y el hombrecillo trepado en una escalera, se limpia las manos y baja con una gran sonrisa. " Buenos días, señorita, ¿cómo le va? Es una gran mañana" mientras me guiñé el ojo, demasiado emocionado.
Era el jardinero del vecino que me vió desnuda y frotando joterías contra mi cuerpo.
Lucky him.
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2 comentarios:
Ups, suele pasar...
Lucky him...
Pero sí es una buena manera de iniciar el día.
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