28 de octubre de 2008

Jesus Camp


Cuando tenía 6 años iba a la iglesía San Pablo todos los Domingos por la mañana. Mi abuela Chelo me compraba lo que yo denominé como " vestidos piñatescos", guantes y sombrero para ir a la casa de Dios. Mientras mis padres y mis abuelos escuchaban el sermón del pastor Vidal Valencia, mi hermano y yo cantabamos " Nuestro Padre Abraham" en la clase de la Señora Camargo.
Aún puedo recordar cuando pregunté de donde venía Dios y no supo como contestar.

Siempre quisé ser como mi hermano ( cuando era chica) y deseaba todo lo que el tenía y cuando las hermanas de la Sociedad Femenil " Tabitha" le regalaron a los niños unas pequeñas biblias azules por haber aceptado a Cristo en su corazón, supe que tenía que aceptar a Cristo : yo también quería mi pequeña biblía azul.

El otro día estaba viendo en HBO un documental dirigido por Rachel Grady y Heidi Ewing llamado Jesus Camp. Me impactó verlo. Yo crecí en la iglesia cristiana, soy sobrina de un pastor y tengo muchos primos ñoños que se la pasan en la iglesia. Sin embargo, nunca ví ese tipo de cosas en la iglesia, nunca ví tal " entrenamiento" y nunca me dijeron que yo era parte del " ejército" de Cristo. Y aunque si, si me decian que tenía que " compartir la palabra" ( la palabra llamese la Biblía), nunca fue realmente obligatorio.


Un item más para la lista de Things that make you go chale

7 de octubre de 2008

Mi padre y cada una de sus cosas

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Me acuerdo. No me acuerdo. Me acuerdo. No sé que tan cierto sea ese recuerdo pero aún puedo escuchar el sílbido en mi cabeza. Mi padre me mecía en sus brazos en las noches y me sílbaba una melodía.
En las mañanas me daba vueltas en el coche antes de que fuera la hora para entrar al kinder. Crecí, un poco más que los demás niños, porque siempre he sido una niña/mujer grande y quería ser como Bob Ross ( " un feliz árbol por aquí, una solitaria montaña, donde vive un viejo leñador"), pintaba árboles, casas y pájaros para regalarselos a mi papá.

Las tortas de aguacate que nos preparaba a mi y a mi hermano mientras veíamos capítulos de MacGyver, el verano en que decidió que era una gran idea ponernos a transcribir capítulos de la Biblía. El Parque y las infinitas tardes. Las cenas de los Jueves con mis abuelos.

El dibujo de Sor Juana Inés de la Cruz que me hizo para la escuela. Jugar al súper. Los Sábados en El Chopo o en cualquier tianguis buscando discos de The Beatles en vinil. El y yo en el slam del primer concierto de Placebo en Mexico ( Antes de que Placebo valiera madres, obviamente).Las gelatinitas que practicaba en mis gordos cachetes. El juego de té que me regalo en mi cumpleaños # 6.

Alguna vez mi papá salió de viaje a Taxco y como siempre, me trajo un regalo. Dijo que le habían dicho que el contenido de esa cajita ( que puso en mis gordas manitas) se lo tenía que dar a la mujer que más quería. Me lo dio a mi.


La infancia, claramente, es mucho más fácil que la adolescencia, especialmente para hijos de padres separados que deciden que es bueno que sus hijos tomen un bando. Me convertí en una señora pequeña y me alejé de mi padre. La hostilidad, la frustración y el rencor se hicieron parte de mi vida cotidiana en relación a mi padre. Y aunque abandoné el circulo y lo solté un poco, siempre hubo una parte que no cicatrizo.


Hoy, veinte años ( más, menos) más tarde, tuve una conversación con mi padre, mientras comíamos pastel de elote y tomabamos café. Corta, concreta y honesta ( como tienen que ser la gran mayoría de las cosas). Y aunque ya lo sabía, confirmarlo fue ligeramente shockeante :

Voy a tener un hermano

Medio hermano. Un/una persona de la cual no me puedo desafanar tanto. Y todavía no lo creo. Dicho hermano no ha nacido, todavía está en la panza de su jefa y su existencia, ha causado cierto ( aunque discreto) revuelo. Y quiera o no, muchas cosas cambiarán.

Mi padre y cada una de sus cosas. Mi padre y el tiempo que cuido de mi. Mi padre que nunca me abandono. Mi padre que aunque tomé decisiones raras, es mi padre y no puedo decirle que no.

Al fin cumpliré mi sueño de tener un chalán enano.


Y ya, no pienso hacerla de jamón.

4 de octubre de 2008

Marto - Mamá perdona

El otro día fuí a cortarme el cabello al estilo bacinica y no pude evitar notar la música que mi estilista escuchaba. Los dejo con una pieza maestra del rap pentescostes.

Jefa, está es para ti.

3 de octubre de 2008

No se olvida

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El 2 de Octubre no lo voy a olvidar. El del 68 y el del 2008.

Anoche me dieron una noticia muy rara. Yo sabía que en algún punto de la vida era probable que pasará y pasó. Things that make you go chale.

This is the end of the world as I know it.

Y sin embargo, áquel ñoño de los comics me hace estar contenta.

Y no sé que decir más que ... CHALE.

1 de octubre de 2008

Causa Pérdida


" It's not my fault" dice la playera que traigo puesta hoy. Y mi terapeuta se río al verme entrar con ella y me preguntó " ¿ Qué no es tu culpa?" y encontré 8 cosas importantes en mi vida que no son mi culpa.
" It's not my fault" propició una detallada introspección guíada y compartida con mi terapeuta. En algún punto de la hora que dura mi sesión, me preguntó si me consideraba una persona optimista, entendiendo por optimista una persona que puede ver a futuro con cierta tranquilidad, quitando el sentimiento fatalista. Instántaneamente dije que no.
Hablé de la situación que atraviesa no sólo el país pero el mundo. Traté de pensar que la cosa iba a mejorar, que a final de cuentas, todo va a pasar.
Escuchando las noticias de camino a casa, escuché de Ramíro Guillén Tapia, un campesino, defensor indígena, dirigente del Comité Regional Pro Defensa de los Derechos Humanos del sur de Veracruz, que inmoló en alguna plaza, por no llegar a un acuerdo por 200 héctareas.

Y no. Definitivamente hay cosas que no pasan. Y hay cosas that make you go chale en formas mucho más extremas que todas las anteriores que he aplicado dicha frase.
No puedo imaginar el grado de desesperación y la importencia que sentía Ramíro Guillén Tapia para prenderse fuego a si mismo, al cual cito ; “Lo hice porque no sirve el gobierno, sólo son engaños y yo tenía que responder a mi pueblo popoluca”.

El gobierno dice que es choro y que ya había un acuerdo y que iban a soltar una lana para que se arreglará la situación. Según, Guillén Tapia había sido descubierto por sus representados y le daba una enorme verguenza que se enterarán que los iba a llevar al baile y por eso recurrió al suicido. ¿ Por qué habría de suicidarse así?

No estoy muy clara al escribir esto. Estoy asombrada y siento mucha pena. Siento pena por que ese hombre murió de una de las formas más feas que hay de morir por una causa pérdida. Por que al gobierno le vale madres y se lava las manos inmediatamente. Por que todos lo leeremos y probablemente nos sintamos mal uno o dos días ( Y eso lo más sensibles) y al correr de los días, se nos va a olvidar, como absolutamente todo lo que pasa en México.

A ver cuando despierta el adolescente...